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Por: Pablo Patiño

Para el 2023 las proyecciones de crecimiento en la economía del Ecuador están entre el 2% y 3%, dependiendo de la fuente.  Esos números siguen siendo muy bajos tomando en consideración el nivel de desarrollo del país. 

El desarrollo económico es un objetivo que debería ser común para todos, pero no nos ponemos de acuerdo en cómo alcanzarlo.  Un país desarrollado económicamente se caracteriza por la ausencia de pobreza extrema, ingresos promedio medio/altos y acceso a servicios básicos, educación y salud.   Debo recalcar que estos no son los únicos objetivos que puede perseguir un país, ya que existen otros muy importantes como seguridad, democracia, paz, infraestructura, cuidado de medio ambiente, entre otros.

Para alcanzar objetivos en las organizaciones se requiere definir estrategias, y esas estrategias se implementan a través de acciones, cuyos resultados deben cumplir metas establecidas. Para un país o una región funciona igual. Llegar a ser un país desarrollado requiere seguir un proceso de planificación cuyo horizonte es de largo plazo.

Por lo tanto, es imprescindible determinar metas de indicadores claves que nos permitan evaluar si vamos por el camino correcto.  Si nos enfocamos en la medición del ingreso per cápita, podríamos evaluar de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde debemos ir en materia de generación de riqueza.  El crecimiento de los ingresos sigue siendo un tema primordial que se discute entre los hacedores de política pública a nivel mundial. Debemos recordar que el crecimiento económico no es un juego de suma cero, es decir, para que me vaya bien a mi no tiene por qué irle mal a otro.

En el siguiente gráfico podemos observar el camino de crecimiento de los últimos 50 años de 3 países, Ecuador, Chile y la República de Corea, medido a través del PIB per cápita en USD constantes 2015.

Gráfico 1: PIB per Cápita (en miles USD constantes 2015) 1972-2021

Fuente: Banco Mundial

En 1972, los tres países tenían un nivel de ingresos. El PIB per Cápita de Corea era $2.254, el de Ecuador $2.963 y el de Chile $ 4.334.  Hoy en día, la República de Corea tiene un PIB per Cápita de $32.730, Chile de $14.116 y el de Ecuador apenas $5.492.  Manteniendo la tasa de crecimiento proyectada del PIB para el 2023 de Ecuador, se evidencia un estancamiento a nivel de ingreso per cápita si se toma en cuenta el crecimiento poblacional.

Es lamentable ver que Ecuador en los últimos 50 años no ha logrado un desarrollo significativo, mientras que países como Chile y la República de Corea, pasaron a niveles de ingresos mucho más altos en ese mismo periodo.

Mi intención no es simplificar el análisis, ni dar respuestas cortas a problemas tan complejos que los economistas aún no logran descifrar ni encuentran la fórmula mágica.  Lo que si podemos concluir es que los ingresos por habitante es un indicador medible y claro que permite clasificar a los países de acuerdo a su desarrollo económico, y en el caso de Ecuador, su resultado es objetivamente malo. Este dato se lo menciona muy pocas veces en el debate público.  Ecuador se mantiene hace décadas como un país de renta media/baja, mientras que Chile y República de Corea dieron el salto a ser países de renta media/ alta.    

Como se mencionó anteriormente, no hay receta única para lograr el desarrollo económico.  Lo que es innegable, es que Ecuador no ha podido salir del subdesarrollo, habiendo probado a lo largo de los años varias políticas económicas.  

Debemos entonces empezar a evaluar las políticas públicas y las acciones en función a sus resultados.  La reactivación económica puede ser sólo medida a través del crecimiento de la economía.  No basta con hacer proyecciones del PIB introduciendo variables en el modelo, es necesario tener metas de crecimiento y diseñar acciones para alcanzarlas.   Poner metas de crecimiento para la economía en su conjunto puede ser problemático para los seguidores del liberalismo, ya que podría suponer que el Estado tome más control de la economía.  No obstante, la solución podría no ser la intervención estatal, sino la liberalización de sectores.  Para llegar a esto debemos primero establecer claramente cuáles son las barreras que impiden el crecimiento en Ecuador.  El crecimiento finalmente se lo obtiene con inversión.  La pregunta final entonces es: ¿cuáles son las barreras a derribar para que haya más inversión?

El análisis de las barreras al crecimiento va más allá del alcance del presente artículo.  La política económica debe generar resultados y una forma de medir su éxito es el crecimiento del PIB per cápita. Una verdadera reactivación económica enfocada al desarrollo requiere una tasa de crecimiento mayor.  Es necesario entonces que, a nivel de política económica, los gobiernos planteen metas anuales de crecimiento del PIB de acuerdo a los objetivos de largo plazo.


Sobre el Autor

Economista de la Universidad de Erlangen Nuremberg en Alemania y MBA del Tecnológico de Monterrey en México.

Actualmente es Managing Director de APOLO FINANCE, división del APOLO dedicada a la asesoría financiera corporativa y levantamiento de capital a nivel nacional e internacional.  

1 Producto Interno Bruto: Valor en moneda de todos los bienes y servicios producidos en un país en un periodo.

por: María Paz Camacho

Ecuador, con su ubicación estratégica en la costa del Pacífico y su economía en constante crecimiento, se encuentra en una posición ideal para desarrollar su sector marítimo. En este contexto, la concesión de instalaciones portuarias se presenta como una enorme oportunidad para impulsar la economía del país y enfrentar desafíos importantes. En el presente artículo, analizaremos los retos y oportunidades que enfrenta el sector marítimo ecuatoriano en el ámbito de la concesión de instalaciones portuarias.

Ecuador es un país que depende en gran medida de su sector marítimo para el desarrollo del comercio internacional. Sus puertos sirven como puntos de conexión entre la producción local y los mercados globales. La ubicación geográfica del país y su acceso al Océano Pacífico lo convierten en un actor importante en el comercio de América del Sur.

La concesión de instalaciones portuarias es un modelo en el cual el Estado otorga a empresas privadas la potestad de administrar y operar puertos bajo regulaciones y contratos específicos. Este acto busca atraer inversiones, mejorar la eficiencia y fomentar la competitividad de los puertos marítimos ecuatorianos.

A pesar de su gran visión, el sector marítimo ecuatoriano enfrenta varios desafíos. La inversión en infraestructura portuaria es esencial para mejorar la capacidad y la eficiencia de los puertos. Además, garantizar que estos cumplan con los estándares internacionales de seguridad y operaciones es necesario para atraer el comercio internacional. Por otro lado, se encuentra la necesidad de establecer un marco normativo claro y transparente, así como también garantizar que se respeten los derechos que protegen al medio ambiente.

En cuanto a las oportunidades que se presentan para el sector marítimo ante la concesión de instalaciones portuarias en Ecuador, es importante destacar que estas pueden ser muy significativas. Como primer punto, la concesión puede atraer inversión extranjera al país, lo que contribuye a la modernización de la infraestructura portuaria y a una mayor generación de empleo y por ende, un aumento en la actividad económica. Además, la modernización y ampliación de las instalaciones portuarias permitiría una mayor eficiencia en la carga y descarga de mercancías, lo que podría hacer más competitivas a las empresas ecuatorianas en el mercado internacional. Así mismo, la concesión puede permitir la implementación de tecnologías más avanzadas en el sector marítimo, lo que podría mejorar la seguridad y la protección ambiental en el transporte de mercancías.

Es importante que las concesiones portuarias se desarrollen de manera sostenible, minimizando el impacto ambiental. La protección de ecosistemas marinos y la implementación de prácticas respetuosas con el medio ambiente son cruciales para preservar la biodiversidad y mantener la reputación del Ecuador como un buen destino turístico.

Las concesiones portuarias pueden impulsar el desarrollo regional al generar empleo y atraer inversiones a las áreas circundantes a los puertos. Sin embargo, es importante que las comunidades locales se beneficien de manera equitativa y que se aborden los impactos sociales de manera adecuada.

El futuro del sector marítimo en Ecuador es prometedor con la continua expansión de las concesiones portuarias. El Estado y sus instituciones deberán desempeñar un papel importante en garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible. Esto requerirá un monitoreo continuo, regulaciones efectivas y un enfoque en la mejora constante.

En conclusión, la concesión de instalaciones portuarias en Ecuador representa una gran oportunidad para el sector marítimo del país. A pesar de los retos antes expuestos, como la inversión y la sostenibilidad, si se abordan de manera adecuada, se podrá garantizar un sector marítimo más competitivo y eficiente. Con un enfoque responsable y una colaboración efectiva entre el Estado y el sector privado, Ecuador podrá aprovechar completamente su potencial marítimo y prosperar en la economía global.

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