Por: Danny Vargas Cedeño
El sector acuícola ecuatoriano se ha dedicado a la producción de tilapias, ostras y camarón, sin embargo, ha sido el camarón el producto estrella, dado que representa el 80% de las exportaciones de productos acuícolas. Esto ha permitido que se reconozca al Ecuador como unos de los principales exportadores a nivel mundial, debido a la calidad de su producto.
Por esta razón, para que se mantenga este reconocimiento, se ejecuta un sistema de trazabilidad en la producción acuícola, lo cual posibilita el monitoreo y la identificación de los productos desde su origen hasta su destino final, además de una certificación de calidad, la cual implica la valoración de procesos de producción, y la elaboración de análisis, en laboratorios acreditados que cumplen con estándares nacionales e internacionales.
Por lo que, la calidad es un tema que requiere de medidas de control y regulación para garantizar la frescura, sabor, textura y aspecto del producto, en virtud de esto, la implementación de medidas a lo largo de la cadena de producción permite la sostenibilidad de la actividad; la utilización de un sistema de trazabilidad y certificación es fundamental para garantizar que los productos cumplan con los parámetros de otros países y que además sean aceptados por el consumidor final.
En este sentido, la Ley Orgánica para el desarrollo de la acuicultura y pesca, establece en su artículo 31 que “(…) será función del ente rector de la política acuícola y pesquera nacional, expedir las normas para control sanitario y sanidad acuícola y pesquera, sobre la cadena productiva y sus actividades conexas; verificar el cumplimiento de estándares de calidad e inocuidad de los productos de acuicultura y pesca, así como en los insumos relacionados, brindando las garantías sanitarias requeridas por los distintos mercados. Para esto, el ente rector ejecutará: a) El Plan Nacional de Control Sanitario, para el control y habilitación sanitaria de establecimientos y sus líneas de proceso y la certificación sanitaria de productos acuícolas y pesqueros, así como la emisión de certificado de registro sanitario unificado de los insumos; (…)”
Debido a esto, el Ministerio de la Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (MPCEIP), a través de la Subsecretaria de Calidad e Inocuidad (SCI), la cual es la autoridad competente, que tiene, entre sus funciones, otorgar las garantías oficiales y certificar que los productos de la pesca y la acuicultura cumplan con los requisitos de inocuidad alimentaria, y por lo tanto, controlar a las personas naturales o jurídicas que estén previamente autorizadas para ejercer la actividad acuícola en cualquiera de sus fases mediante Acuerdo Ministerial otorgado por la Subsecretaria de acuicultura, para que acaten las normas, lineamientos y parámetros establecidos en la Ley, Reglamento y Plan Nacional de Control Sanitario de Acuacultura y Pesca (PNCS). Por lo que estas entidades trabajan en conjunto para establecer y aplicar normas de calidad, monitorear la producción y comercialización de los productos acuícolas y garantizar que los productos cumplan con los requisitos de inocuidad alimentaria; las cuales, además realizan inspecciones regulares en las instalaciones de producción, aplican medidas de control, en caso de detectarse algún incumplimiento de las normas.
Además, una de las herramientas utilizadas para garantizar la calidad de los productos acuícolas es el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), el cual se enfoca en la prevención de peligros y riesgos a lo largo de toda la cadena de producción y procesamiento de los productos acuícolas, desde la cría de los animales hasta la entrega al consumidor final. Esto implica la identificación de los posibles riesgos, la implementación de medidas de control y la monitorización continua del proceso.
Por lo cual, gracias a los controles constantes por parte de las autoridades competentes, los productores de camarón de cultivo han implementado prácticas sostenibles y han mejorado sus sistemas de producción y procesamiento, los cuales incluyen aspectos como la calidad del agua, la alimentación de los animales, el uso de medicamentos y químicos, el monitoreo de las enfermedades y la implementación de prácticas de higiene y seguridad en la producción y procesamiento de los productos acuícolas.
En conclusión, el control que realizan las entidades del MPCEIP de la trazabilidad de la producción acuícola, es decir, del monitoreo de todos los procesos que esta actividad conlleva en todas sus fases, la cual se realiza aplicando normativas, planes de control, además del Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) el cual es un sistema preventivo de gestión de la inocuidad alimentaria que identifica los peligros en cada etapa de la producción y establece medidas de control para prevenir la contaminación y minimizar los riesgos para la salud pública, es relevante para garantizar la seguridad alimentaria y seguir asegurando la competitividad y el éxito del sector acuícola ecuatoriano en los mercados internacionales.